Hoy me tocó despertar a las 5 de la mañana para terminar de leer una selección de ensayos sobre distintas maneras de hacer historia, desde historia " desde abajo" hasta "historia de la literatura" no sin pasar antes por la sección "historia de las mujeres". Luego de mi viaje en el tiempo, me tomé un té y partí triunfadora a mi última prueba del ramo Pensamiento historico (el cual debía tomar en primer año de la carrera, pero que por esas cosas de la vida terminé tomando en el último). Afortunadamente al salir de la prueba aún me sentía triunfadora y lo suficientemente vivaz como para pasar a comprar comida para mi gato, tentarme con una silicona para el pelo y caminar a casa. Llegué y me preparé onigiris y me senté a ver Sex and the City, en una agradable hora y media de "solo yo" que había querido tomarme desde hace ya meses. En el capítulo final de la tercera temporada fui testigo y comprendí a qué se refería mi pololo con "estás exagerando". Entonces fue claro: años de series rosa, animación japonesa y poetas malditos me convirtieron en una drama queen de primera línea. Fue tal mi impresión al ver a Carrie histérica porque Big se casaba con otra, que reconocí que hay una manera o dos e incluso tres de hacer las cosas, y ninguna de ellas incluye gritarle a tu ex en pleno restaurante, saltar de tu asiento como un manglo y salir huyento llevándote por delante sillas, cantineros y hasta escalera.
Son dolorosas las lecciones y claro que corrí a escribirlo... como también lo hubiera hecho Carrie.
lunes, 23 de junio de 2008
domingo, 15 de junio de 2008
Fin de semestre
De todo este cansancio me nacen ganas de hacer muchas cosas. La primera de ellas es aprender a tocar la guitarra, buscar el baile y luego terminar los proyectos de vestuario, sin contar una pasada por el peluquero y la necesaria salida a lomografiar. Eso por ahora y después ya veremos...
Quisiera que me dieran las mismas ganas de terminar los trabajos finales :(
Quisiera que me dieran las mismas ganas de terminar los trabajos finales :(
viernes, 13 de junio de 2008
lunes, 9 de junio de 2008
Repita conmigo: Me aburrí
¡Eso! ¡Muy bien!
Ahora a ver cómo salimos de ésta. Sería necesario un correctivo como esos de antaño. Cinco nalgadas y a acostarse sin postre, nada de internet, ni salidas con los amiguitos y olvídate de esa fiesta que tanto esperabas... quizás así aprendería, quizás.
Mientras tanto me voy a quedar aquí, me voy a morder la lengua y a hacer lo que tenga que hacer, quizás.
Necesito desarrollar un sistema que impida que se me olvide lo que estoy pensando en este mismisimo instante, algo que me lo recuerde, que me tire la oreja y que permanezca.
Al menos ya aprendí a hablar con la verdad.
Ahora a ver cómo salimos de ésta. Sería necesario un correctivo como esos de antaño. Cinco nalgadas y a acostarse sin postre, nada de internet, ni salidas con los amiguitos y olvídate de esa fiesta que tanto esperabas... quizás así aprendería, quizás.
Mientras tanto me voy a quedar aquí, me voy a morder la lengua y a hacer lo que tenga que hacer, quizás.
Necesito desarrollar un sistema que impida que se me olvide lo que estoy pensando en este mismisimo instante, algo que me lo recuerde, que me tire la oreja y que permanezca.
Al menos ya aprendí a hablar con la verdad.
miércoles, 4 de junio de 2008
domingo, 1 de junio de 2008
De frente
Y ahí estaba de pronto, la reconocí de inmediato. Toda de azul, frente a mí, mirando donde no sé dónde. Prendí un cigarro ¿qué más iba a hacer? Fumar,eso, sólo podía fumar y matarme sola un poco mientras la miraba ahí parada sin saberme.
Era linda, linda como me la había imaginado, linda y terrible, justo como se me había presentado en sueños y la misma mirada que no te mira. Me dolió eso, me dolió que fuera linda y azul y que fuera todo lo que yo había imaginado.
¿Cómo no rendirme ante ella? ¿cómo no salir de escena? Hasta Cleopatra se habría puesto a sus pies y lamido sus dedos, Elena misma hubiese dado media vuelta ¿y quién soy yo?
Exhalé la última bocanada de humo y me dejé morir... por ahora.
Era linda, linda como me la había imaginado, linda y terrible, justo como se me había presentado en sueños y la misma mirada que no te mira. Me dolió eso, me dolió que fuera linda y azul y que fuera todo lo que yo había imaginado.
¿Cómo no rendirme ante ella? ¿cómo no salir de escena? Hasta Cleopatra se habría puesto a sus pies y lamido sus dedos, Elena misma hubiese dado media vuelta ¿y quién soy yo?
Exhalé la última bocanada de humo y me dejé morir... por ahora.
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