Y resulta que salgo de la ducha y sólo tengo una toalla. Entonces subo las escaleras con los pies mojados y saco el pantalón de pijama que me esperaba bajo la almohada. En la ausencia de la parte de arriba, revizo cajones y sólo encuentro más pantalones de antiguos pijamas, pero nada para arriba. Derechamente voy en topless a la pieza de mis padres, donde estaba mi mamá hablando por telefono, y busco al menos una camiseta o polera de esas que nadie usa y bien podrían servir de trapero, nada.
Me rindo y me pongo un chaleco antiguo y cubro el problema. Al rato llega mi mamá, abre la puerta de mi pieza, asoma su cabeza y musita: "¿Así que encontraste puros potos y cero tetas?"
miércoles, 2 de septiembre de 2009
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